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La Colección del Museo Ruso muestra hasta el 23 de febrero de 2025 la obra de la artista rusa, invitando al espectador a reflexionar sobre el presente, usando estilos y temas del pasado

La Colección del Museo Ruso presenta la exposición ‘Belleza furtiva’ de la artista rusa Alisa Sibirskaya, que examina la relación entre los valores del pasado y la cultura actual mediante la fotografía. La muestra está comisariada por Natàlia Chocarro en el marco del programa ‘Punts de fuga’ de la Fundació Vila Casas.

Basada en el género de las vánitas, la exposición ‘Belleza furtiva’, que cuenta con la colaboración de Fundación “la Caixa”, aspira a cuestionar la idea de que los placeres mundanos son vacíos y temporales frente a la certeza de la muerte. Las vánitas solían mostrar naturalezas muertas con frutas, flores y animales en diferentes estados de descomposición para ilustrar el carácter efímero de los placeres terrenales. Sibirskaya adapta este tema para hablar de la cultura material de la vida moderna y hacer una crítica visual de la intensa dependencia por los objetos materiales como una forma de llenar el vacío existencial que surge ante la falta de un sentido de trascendencia.

En la presentación de la muestra han intervenido Luis Lafuente, director de la Agencia Pública para la Gestión de la Casa Natal de Pablo Picasso y Otros Equipamientos Museísticos y Culturales; Natàlia Chocarro, asesora de arte de presidencia de la Fundació Vila Casas; la artista Alisa Sibirskaya; Juan Carlos Barroso, responsable territorial en Andalucía, Ceuta y Melilla de la Fundación ”la Caixa”; y Yolanda Solero, responsable de Acción Social de CaixaBank en Andalucía Oriental.

Inspirada por la filosofía de Jean Baudrillard, que interpreta el ‘trompe-l’œil’ (técnica de ilusionismo óptico) como una exploración filosófica más que como un mero truco visual, la artista crea escenas que transportan al espectador a diferentes períodos de la historia de la pintura para reflexionar sobre el tiempo presente. «Mis fotografías son un diario, no hablo de sirenas, centauros o criadas de la edad de oro holandesa, hablo de mí misma; todo lo que aparece en las imágenes son para mí cosas muy específicas. Pero el arte es sorprendente porque es un código universal que puede descifrarse de mil maneras», señala la artista.

Alisa Sibirskaya (Siberia, 1989) comenzó formándose en una escuela de música profesional en su ciudad natal. A los 16 años, inició estudios de teatro y se graduó en artes dramáticas en la Academia Estatal de Música y Teatro de Krasnoyarsk. Investigó el teatro psicológico ruso, enfocándose en las prácticas teatrales modernas y experimentales. Posteriormente, realizó un viaje por Europa, que la llevó hasta Madrid y, un año después, a Barcelona, donde se matriculó en fotografía en el Instituto de Estudios Fotográficos de Cataluña. En esta etapa, Sibirskaya descubrió el mundo de las artes plásticas, inspirándose en la pintura de siglos pasados: ideas, técnicas, perfección en las formas, dominio de la luz y la sombra. Actualmente vive y trabaja en la ciudad condal.

El programa ‘Punts de fuga’ es una propuesta de la Fundació Vila Casas, que parte de los artistas del fondo de la colección para crear nuevas propuestas expositivas proyectadas dentro y fuera del territorio nacional.