La Colección del Museo Ruso estrena nuevas exposiciones temporales con tres muestras: Incesante Picasso. Libertad y vida; La razón de los sueños: las formas y sus fronteras y Picasso, dibujante de palabras. Las obras y piezas artísticas de las exposiciones proceden de los fondos del Museo Casa Natal Picasso y de la colección de la Biblioteca de la Casa Natal. A partir del viernes, 27 de mayo a las 19:00 horas, el público podrá disfrutar de las tres muestras y, para ello, durante el fin de semana se ha organizado un programa especial de bienvenida, que incluye jornadas de puertas abiertas y visitas guiadas especiales.

Actividad: APERTURA AL PÚBLICO

27 de mayo

19:00 horas

Entrada: gratuita

Actividad: PUERTAS ABIERTAS

Día: 28 y 29 de mayo

Horario: de 9:30 a 20:00 horas

Lugar: Salas de exposiciones temporales

Entrada gratuita a las exposiciones:

• Incesante Picasso. Libertad y vida
• La razón de los sueños. Las formas y las fronteras
• Picasso. Dibujantes de palabras

Visitas y mediación en sala

• Día 28 de mayo:

  • Mediación en sala 11:00-12:00 / 13:15-14:00 / 17:00-18:00

  • 12:00 y 18:00: Visitas Crono a las exposiciones Incesante Picasso. Libertad y vida y La razón de los sueños. Las formas y las fronteras

• Día 29 de mayo:

  • Mediación en sala 11:00-12:00 / 13:15-14:00/ 16:30-19:00

  • 12:00: Visitas Crono a las exposiciones Incesante Picasso. Libertad y vida y La razón de los sueños. Las formas y las fronteras.

Cine/Proyecciones

• Sala de Proyecciones 1: Una visita a Picasso (1949)
  • Duración: 19’ (en bucle)
  • Proyección en inglés sin subtítulos
  • Sábado 28 y domingo 29 de 9:30 a 20:00*

*A excepción del domingo 29 de 12:00 a 14:00

• Sala de Proyecciones 2: San Petersburgo real e imaginario (55 min), Museo Estatal Ruso (51 min), Las cuatro estaciones en el Museo Ruso (15 min) (en bucle)
  • Sábado 28 y domingo 29 de 9:30 a 20:00
• Auditorio: Ciclo Dostoievski en el cine
  • Domingo 29 de mayo a las 18.00
    • Crimen y Castigo. (Josef von Sternberg, 1935): Raskolnikov, un estudiante pobre, asesina y roba a una vieja avara y considera que su crimen está justificado porque la considera un parásito de la sociedad. Al principio consigue eludir las sospechas de la policía, pero no el tormento que le causa su aislamiento y su sentimiento de culpa.