© Elena Anosova
© Javier Arboledas

MIRADAS CRUZADAS

15/06/2023 — 21/01/2024

Walter Benjamin fue uno de los primeros en “imaginar” la ciudad, estableciendo una nueva dialéctica entre pasado y presente, entre memoria y realidad. Nace entonces la figura del paseante-testigo con una mirada singular e introspectiva sobre el entorno geográfico y urbano. Ya en pleno siglo XX, el situacionismo, y más concretamente el letrismo a través de las psicogeografías de Guy Debord o su concepto de deriva, terminaron por despejar el camino estableciendo una máxima aún vigente: la mirada de cada individuo es capaz de fijar una realidad que va más allá de lo subjetivo. Lo que nos rodea, ya sea la trama urbana o el espacio geográfico que transitamos, no es más que la convención colectiva que resulta de la suma de lo que cada uno recuerda, vive y siente, habitando esos espacios en el tiempo.

Confrontando las “miradas” de dos artistas que construyen, a través de la imagen fotográfica, su propia visión de dos espacios de especial tensión geográfica, urbana y social, podemos acercarnos así a la realidad de los seres que los habitan y añadir así nuestra propia mirada a ese juego de espejos y lentes.

Elena Anosova (Región de Baikal, Rusia, 1983) apunta su objetivo hacia los inhóspitos e inaccesibles paisajes de la Rusia septentrional, el lugar donde su familia vive aislada desde hace muchas generaciones. Preocupada por las fronteras, tanto las geográficas como las personales, a través de su cámara, Anosova reflexiona sobre la soledad, el aislamiento, la identidad y la memoria colectiva, siempre desde una técnica depurada y particular, que la ha llevado a convertirse en los últimos años en una figura emergente de la fotografía documental.

Por su parte, Javier Arboledas (Jaén, 1974), nos ofrece su trabajo fotográfico sobre Sosnovy Bor, una de las ciudades secretas y fallidas de la antigua Unión Soviética. Este proyecto, premiado en el II Certamen Nacional para la Nueva Creación Fotográfica Expositivos 2022, abarca conceptos tan amplios como la memoria y la utopía desde la maestría que su autor ha ido consolidando a través de una larga travesía de aprendizaje y experimentación en el ámbito del fotoperiodismo. Arboledas se (nos) sumerge en este trampantojo urbano que nació en los años 50 del siglo XX como pantalla de un reactor nuclear y de un tiempo que ya no existe, pero que aún marca la vida de sus habitantes.

Al hacer coincidir estas dos miradas diferentes en el espacio de la Colección Museo Ruso se ofrece un diálogo que ayuda a generar una reflexión profunda en los visitantes. Ambos fotógrafos nos ofrecen su propia visión de dos realidades azarosas unidas por un marco geográfico común, pero separadas por diferencias insondables. Es precisamente en esta encrucijada de miradas donde el espacio museístico pretende que se produzca el encuentro entre arte, cultura y vida y con ello, cobre sentido la reflexión creativa que se propone.

ELENA ANOSOVA

Región de Baikal (Siberia, Rusia),  1983

“Atlas of the first snow. (Out-of-the-way)”

 

Anosova es una artista visual e investigadora que trabaja con fotografía, video, archivo e instalaciones documentales y artísticas. Originaria de la región de Baikal, actualmente vive entre Moscú, Irkutsk y Kaliningrado.

Las 17 imágenes que componen esta muestra fueron tomadas por la artista sobre un asentamiento en el extremo norte de Rusia fundado por sus antepasados.

En palabras de la propia autora:

Hace unos 300 años, mis antepasados fundaron un pequeño asentamiento en el Extremo Norte. Marcado por las condiciones severas de una comunidad aislada, de la vida en el exilio, con una actitud especial hacia la naturaleza. Mi familia todavía vive allí, unas 100 personas con ADN de la minoría indígena, la nación Tungus. Parientes consanguíneos, parientes por matrimonio, por vecindad cercana. La civilización moderna influye en el mundo, pero nuestra comunidad aislada conserva su identidad gracias al aislamiento y al clima severo. El paisaje, inalterable por siglos, nos hace pensar: ¿quiénes somos? ¿De dónde venimos y —la pregunta más importante para las próximas generaciones— hacia dónde vamos?

El nombre de nuestro asentamiento se puede traducir del idioma Tungus como «isla», solo se puede acceder a él en un helicóptero que viaja dos veces al mes desde un pequeño pueblo a 300 km de distancia. A medida que pasan los años, este proceso se vuelve más costoso y raro. Las personas están encapsuladas dentro de este lugar en estrecha conexión con la naturaleza y las tradiciones, como si estuvieran bajo una burbuja. La vida de esta parte de mi familia, los hermanos de mi padre y numerosos primos y sobrinos, no ha cambiado durante siglos en esa área remota rodeada de naturaleza virgen.

La civilización moderna penetra lenta y fragmentariamente allí. La electricidad, suministrada por un generador diésel, está disponible solo por la mañana y por la noche, las temperaturas en invierno tienen como media -45° Celsius. Estas tierras están inmersas en el fluir de su propia actividad vital, donde el pasado y el presente se entrelazan sorprendentemente.”

Los temas que aborda en su obra, aclamada por la crítica e instituciones de todo el mundo, giran en torno al aislamiento y las fronteras. Anosova es ganadora de múltiples reconocimientos y galardones, entre ellos el 2º premio en el World Press Photo 2017 y el 1.er premio en Lens Culture Exposure de ese mismo año. Además, ha sido la ganadora de la beca Aaron Siskind Foundation y de la beca para artistas emergentes del Garage Museum de Moscú.

 

+ Info: https://anosova.com/

JAVIER ARBOLEDAS

Sabiote, Jaén, 1974

“Ciudad secreta”

 

Ciudad secreta nos ofrece un enigmático proyecto documental, a través del territorio y la memoria circunscrita en él. A través de enérgicas imágenes, Javier Arboledas pone de manifiesto el poder de la idealización como vehículo de control sobre el individuo. El enclave elegido es Sosnovy Bor, a orillas del golfo de Finlandia, fundado a finales de los años 50 para el desarrollo de importantes proyectos en torno a la energía atómica en la Unión Soviética. Por esa razón adquirió el estatus de Obyekt‘, traducido como ciudad cerrada de carácter secreto: un experimento urbanístico a gran escala basado en el concepto de ciudad jardín.

La imagen de su pareja, originaria de Sosnovy Bor, sobre el mapa de la ciudad, establece el nexo necesario entre la ciudad y el artista. Desde ese punto de partida, continúa un discurso expositivo plagado de imágenes de recuerdos asociados al territorio, retratos que representan los arquetipos de los habitantes en la actualidad o postales rescatadas del archivo que evidencian el contraste con la ciudad recién construida.

​ La galerista Caroline Benichou resume así esta serie fotográfica:

“¿Qué permanece de una ciudad utópica soviética? ¿Cómo se escribe su historia? Esa es la intención de Javier Arboledas al explorar las huellas topográficas, humanas y de la memoria de Sosnovy Bor. Su proyecto se construye de forma sedimentaria, las imágenes son como otras tantas capas de tiempo y memoria acumuladas. Fotografía enclaves de la ciudad que forman parte de los recuerdos de una habitante de segunda generación (su compañera vital) escritos en alfabeto cirílico, creando una forma de telescopio espacio-temporal entre la memoria idealizada de un lugar y su realidad actual. Los sueños de gloria y su decadencia real descubren de forma implícita el colapso del ideal comunista. Al proyecto se suma una serie de retratos de los habitantes actuales de la ciudad, donde el glacial cielo invernal se enfrenta a la luz veraniega de las imágenes topográficas. En este sentido, uno se pregunta qué ha sido finalmente del ideal del hombre soviético.”

Y según el propio Arboledas:

 “El proyecto nace de un sentimiento personal y reflexiona sobre la relación entre la utopía y la historia a través del territorio y la memoria. A partir del recorrido y la deambulación por la ciudad se establece, en una primera parte del trabajo, un mapa visual de la memoria, donde diferentes recuerdos episódicos de una habitante de segunda generación, asociados a unos espacios concretos, tratarían de expresar tanto las peculiaridades del lugar como de la época vivida, dejando entrever el contraste entre lo que fue y ha llegado a ser la ciudad, y creándose finalmente inevitables analogías con el propio proceso histórico de la U.R.S.S. (su auge, decadencia, desintegración y conversión en oligarquía capitalista). El proyecto se complementa con retratos de habitantes en la actualidad y con fotografías de archivo de la ciudad recién construida.”

 

+ info: www.javierarboledas.com