La Colección del Museo Ruso ha presentado este martes la exposición ‘Naomi Lautier. El comienzo’, que sumerge al visitante en el universo artístico de una talentosa artista de tan solo 12 años, nacida en París en 2011. La muestra, que estará abierta al público hasta el próximo 30 de junio, destaca el viaje creativo emprendido por Naomi, una joven con Trastorno del Espectro Autista (TEA).
La pintura al óleo, a la que Naomi llegó de manera fortuita, se ha revelado como un medio eficaz para que la artista desarrolle una vía de expresión creativa y sensorial. Este es el medio que escogió instintivamente para expresar su conexión con el mundo que la rodea, capturando emociones, estados de ánimo y experiencias. La exposición ‘Naomi Lautier. El comienzo’ es una ventana abierta a la “profundidad poliédrica” de la expresión pictórica, trascendiendo las barreras entre lo figurativo y lo abstracto. Los temas explorados revelan su fascinación por la naturaleza y la representación simbólica de experiencias personales. «Las obras exhiben una meticulosa atención a los detalles, con motivos recurrentes que impactan significativamente en el espectador, incitando a reflexionar sobre el sentido de los mismos», indican desde el espacio expositivo.
Dentro de los programas que desarrolla la Agencia Pública para la Gestión de la Casa Natal de Pablo Ruiz Picasso y Otros Equipamientos Museísticos y Culturales, la Colección Museo Ruso tiene entre sus compromisos el desarrollo de exposiciones y actividades centradas en la promoción del bienestar y la salud de las personas, a través de iniciativas inclusivas y colaborativas. Esta exposición es un reconocimiento a la creatividad y la expresión única que esta joven parisina con TEA aporta al mundo del arte. ‘Naomi Lautier. El comienzo’ es una propuesta para apreciar la riqueza que cada individuo, independientemente de su punto de partida, puede aportar al tapiz de la creatividad humana.
El arte creado por personas con TEA se revela como una expresión única y poderosa. Muchos artistas con este trastorno han encontrado en el arte en general, y en la pintura en particular, una forma de comunicarse, expresar sus emociones y explorar su creatividad. «Naomi Lautier es un claro ejemplo de este fenómeno. Las obras que componen esta exposición invitan a explorar un mundo artístico único y vibrante, donde la joven pintora ha encontrado un estilo distintivo, más allá de convencionalismos artísticos tradicionales. A través de sus obras, anima a contemplar el mundo desde una perspectiva única y a apreciar la belleza en la diversidad», explican desde el equipo de museografía de la Colección del Museo Ruso.